Fantástico proyecto para hacer grandes vinos en tierras inhóspitas.
En 1996 la empresa La Inversora S.A. adquirió un campo de 3.200 hectáreas en San Patricio del Chañar, Provincia del Neuquén.
Estas tierras vírgenes eran consideradas marginales y por tratarse de una región desértica fue necesario construir un canal de riego propio de 20 Km para poder llevar el agua y de esa manera hacerlas aptas para el cultivo de la vid.
Después de grandes esfuerzos los primeros viñedos fueron plantados en 1999.
Los fuertes vientos obligaron a los ingenieros a proteger los cultivos con cortinas rompe vientos y a cada planta con cartuchos individuales.
Los excelentes resultados de estas primeras plantaciones fueron el paso inicial de Bodega Del Fin del Mundo y de todo el polo vitivinícola que nacería en San Patricio del Chañar.